OTRA CIUDAD / OTRO TIEMPO 2

 




Dejé al zapatero no muy convencido de la explicación de mis compras en Barcelona. Tuve que salir de esa situación lo más creíble que pude, dejándolo con sus hormas, zapatos, alpargatas y el cartel de toros. Seguí caminando por la calle Ollerías, rodeado de casas antiguas. Mujeres vestidas de negro y niños jugando con vestimentas sucias me miraban con curiosidad, como si dijeran “¿de dónde ha salido este tío, vaya facha?”. Llevaban razón; mi indumentaria —pantalón corto, zapatillas deportivas, blusa de manga corta, sombrero Panamá y gafas de sol— me delataba como un extranjero, un extraño para ellos y para mí mismo. ¿Cómo les explico que en el año 1932 aún no había nacido? No sé cómo he llegado hasta aquí, a través de qué…


Igual, mi búsqueda de mi bisabuelo compositor, violinista, durante tantos años, décadas, hasta poder dar con su música, su repertorio de zarzuela, mi incomprensión del porqué no se hablaba en mi casa, mi padre (su abuelo), nunca había mostrado interés en contarnos nada de un personaje de la talla de González Palomares, su abuelo, ni los hermanos de mi padre, mis tíos. Esta intriga familiar ha estado rondando mi cabeza a partir de cierta edad. Me he preguntado por qué esta búsqueda de mi bisabuelo me vino, habiendo fallecido mi padre. Murió joven, a los 60 años, de forma repentina, como mi esposa, las dos personas que más quiero se fueron de esta vida sin despedirse, en silencio, siendo buenas personas, decentes, sin molestar. Así es la vida.


Decidí que lo primero que debía hacer era cambiar de indumentaria aunque estemos a finales de septiembre. No puedo seguir con esta indumentaria. Miré en la cartera: llevo tarjeta de débito, billetes de euros como pago, el móvil, ¿dónde lo meto? Mi cabeza rondaba alguna idea que diera cómo tener dinero. Suelo llevar una pulsera de plata, con unas piedras de color verde, redondas. Son unos rosarios que suelen vender en Grecia. Me lo regaló una mujer comercial de la empresa en la que trabajaba. Ella me contó que la había comprado en un viaje a Grecia con la compañía en la que trabajó anteriormente.


Es lo único de valor que llevo para esta época. Tengo que buscar algún comprador de joyas, plata, algún sitio de empeño o compras de joyas, comprar de segunda mano prendas. Recuerdo que en los últimos años de los 60, había por la calle Camas, vendían ropa usada..... será posible.....?


Continuará .....................

Entradas populares de este blog

SUPERVIVENCIA .

COMPOSITOR JOAQUIN GONZALEZ PALOMARES

LA MADUREZ SIGUE CAMINANDO HASTA.........