Continuará . Espacio de encuentro.

L a situación no era la más adecuada está ciudad es un polvorín, la gente nerviosa, acelerada, no podíamos seguir por la zona del puerto, vimos peleas entre estibadores y guardias dé asalto, la gente con apariencia de tener dinero, se apresuraban ir a sus casas, se oían detonaciones, gente corriendo con sus hijos, acelerando nuestro paso. Zulema, agarrada a mí brazo, me temblaba todo el cuerpo, es ella la que sostiene mi cuerpo un hombre de 75 años, con una apariencia de 40 , más o menos, estamos cerca de la Plaza de la Merced, grupos de personas, jóvenes, mayores, algunos curas intentando separar a lo grupos, gente uniformadas de falange, otros con gorras de diferentes colores emblema dé la hoz y el martillo ( partido comunista ), otros republicano, otros qué pasando por allí una vez puesto.... a participar, sé oyen varios disparos, la gente huye.  Zulema tira de mí entrá en un portal... Qué pasa Zulema..? Zulema.....No, sé, ha dado cuenta, han disparado..  Sí, lo he oído.......

Ver a mí padre dé niño, a mí abuela sirvienta de la casa de mis bisabuelo, es una sensación difícil de asumir, mí abuela Angelita ( sirvienta) , es una mujer guapa pelo rizado, pelirroja , ojos verdes, risueña, cuando sé ríe, sé, lleva la mano a la boca los dientes  sobré salen dé la boca, nadie es perfecto, es una belleza de mujer. Mi padre, el niño Antonio, qué está apoyado en la pierna de Angelita, tímido, va vestido con un pantalón corto azul marino, camisa blanca, una gorra de niño, no, me he fijado bien, la emoción de verlo nuevamente aunque tan pequeño no es el mismo cómo padre, uno recuerda a sus padres con una edades jóvenes, con él tiempo va cambiando van llegando las canas, las arrugas, él tiempo pasado por nosotros, tanto tiempo. Señorita Angelita es usted...? : Sí, pará servirle , disculpe señorita no  llevo ninguna tarjeta.........No, sé preocupe el señor, tiene un tarjetero con tarjetas en blanco, le doy una y usted le pone su nombre............ Bien, pensando y...

La situación de esta ciudad en el 32 no es tan idílica como podamos creer. La miseria de la gente es palpable por la forma de vestir de la mayoría de los ciudadanos. Gente trabajadora, vestimenta del clásico mono azul, en las calles es normal la convivencia de carros tirados principalmente por burros o mulas, excrementos en las calles, orina, y humo de los automóviles.  La respiración se hace difícil, cojo un pañuelo y me lo pongo en la nariz. Algunos transeúntes me saludan, les saludo quitándome el sombrero. Parecer un extranjero causa cierta sorpresa. Los escaparates de las tiendas, hacia tiempo ver por el centro de la ciudad contemplar los maniquíes de aquella época, no crean que han cambiado tanto. La ropa, más formal, no sé quién podrá comprarla. No observo en la población un bienestar social para poder comprar. Sigo mi camino hacia la plaza de la Merced.  En mi familia, mi madre comentaba que mi bisabuelo vivía en un inmueble en calle La Victoria, casa señorial. Creo re...

Me gustan la pintura creativa a partir de un boceto, un modelo, una fotografía él pintor recrea una situación dé pensamiento ya desdibujado por el tiempo, lo que describo es lo qué me dice está pintura, igual él pintor lo verá  desdé su punto de vista, ustedes la verán dé otra, así, es la vida cada uno sacamos nuestras conclusiones dé lo que acontece a nuestro alrededor, es posible..... no, tengo la seguridad que cada uno dé nosotros tendrá un concepción distinta.... Sí, usted..... qué .....No.....hagaselo ver. En el artículo de Fuegos Artificiales, narraba lo vivido con una edad temprana 9 / 10, años.... Es igual, lo vivido en ésa ciudad, esos años dé Academia, esos compañeros..... por llamarlo de alguna forma....... él niño qué sé parecía a " Marisol" , era amigo mío le acompañaba a su casa, recuerdo qué no hablábamos ni una palabra, nos despedíamos hasta el día siguiente, él llegaba lloroso a casa, le diría a su madre " qué había jugado al fútbol, sé hizo dañó " ...

Un Domingo, publicidad escrita, televisión, cárteles, centro comerciales a topé, hombres, mujeres, niños, niñas, ancianas, ancianos, perro..un frenesí de alegría compradora todo por el Black Freddy : rebajas estafa @punto com  Té encuentras todo tipo dé personas, en mí camino hacia el centro, veo una pareja, homosexual, uno más mayor y otro más, con un perro pequeño blanco parece un peluche, aseado, peluquería canina, hay un mendigo, suele estar por está zona, se acerca pone la mano, le dan dinero o no, el vuelve a su sitio, el perrito sé acerca, el mendigo va a tocarlo y el chucho ladra de una forma frenética sí pudiéramos el significado dé sus ladridos sería:  Qué me violan el piojoso éste, soy mocita. El más joven se altera "  Qué sé lo come hay mí niña está temblando", él mendigo queda quieto no sabe lo qué le ocurre, lo cierto es que el daño que ha hecho el presidente de EEUU , él inigualable Trump, los inmigrantes se comen a los perros, los bulos tienen su público, ...

Nos acompaña a dónde.......A la comisaría..... Pará qué....... Denunciar a los qué le han sacudido..... No, gracie, gracie cararabineri......NO, GUARDIA DE ASALTO..... Tengo una entrevista sé dice así español...... Muy bien Señor Giuseppe aprendé usted rápido, antes dé irse explíqueme su Partido político.......va vene. Mí partido es abierto a tuto mundo da igual su ideología, lavaron para los ciudadanos molto felicidad, cómo la Cancione " La felicidad" dé Albano..........Albano, tú conoces a ése cantante.......No, será un fascista......No, es un partido ... miré esté la insignia del mío partido: Un perro meando, es raro tiene la cabeza cuadra no...........Es un perrito cubista , Zulema, explica tú me cuesta parlar el españolo.........Sí, mi padre quiso hacer un dibujos de un perrito cubista....... Señorita meando........Ya, saben mí padre da clase de filosofía en Sicilia sé le ocurrió está gracieta qué alcé la pata mearse entre todo lo qué no sea dé interés público..........M...

En mi búsqueda de dinero “pesetas”, me dirijo hacia calle Camas. No es la Málaga que uno podría imaginar como una ciudad ideal en los años 30: menos coches, aceras libres de patines, bicicletas, terrazas, turistas con sus maletas rodantes, ciudadanos/as con sus móviles, sus miradas perdidas en esa pantalla que les lleva a un mundo tecnológico que llena toda su vida. ¡Qué maravilla! Ese ajetreo del día a día se nota en el comportamiento de estos malagueños, reposado en sus conversaciones.  Hay una armonía entre las horas solares y la gente; en la quietud se escuchan las conversaciones, niños jugando a la pelota en la calle, escucho la bocina de un coche. Se respira una ciudad en crecimiento, tranquilidad, el aire que se respira impregnado de orín de los coches de caballos, los burros con alforjas vendiendo mercancía, pescado, otros con frutas. ¡Todo un paraíso aromático! Las miradas hacia mi persona por la vestimenta me hacen aligerar el paso. Estoy cerca del Mercado Atarazanas, ent...