Dejo dé llover, él cielo volvió a brillar, está ciudad tiene esos cambios, lluvia, truenos y él Sol, la temperatura había bajado, estaba empapado, no me había percatado dél lamentable estado qué estába, al comprobar que una pareja ya mayor me dieron un pañuelo pará secarme la cara, les di las gracias en italiano, parecer un turista en está época no era habitual y un italiano en la ciudad más dé esté país llamado España, la más Republicana y roja.
Mí cabeza le daba vueltas a donde ir sin dinero, no, tengo casa, hecho de menos a Zulema, miró en el bolsillo dél pantalón, el rosario ortodoxo sigue ahí, lo observo es bonito sus piedras o cristales verdes tallado lo hacén a la luz dél día más reluciente.
Camino, sin un lugar en concreto, mis pasos me hacé cruzar con personas, mayoría vestidas con ropa desaliñada, trabajadores, coches de caballos, pestilencia de orin, cada vez más cerca de la Plaza la Marina, me viene a mi memoria él bar dé mí abuelo Las Canarias, estaría allí, imposible o tal vez esté de camarero, por estás fechas 1932 , debería ser policía o mejor dicho guardia dé asalto, era un cuerpo de nueva creación similar a la policía municipal de ahora, mí intranquilidad era asearme, comer y dormir un rato, tanto sobresalto había hecho mella en mí.
Me, siento en la terraza de una cafetería, mis ropas habían secado, él sombrero aún mantiene su forma, miré con atención él bastón parece hecho dé bambú o material parecido, tiene un buen mango de agarré, me preguntó de quién será, mientras estoy pensando, un camarero me pregunta qué quiero tomar, le pido un café y un croissant.....Lo, siento señor no tenemos.....No, tienen él qué.......Lo, que usted ha pedido...... Café......Si, café síii entonces Croisant.....Dé eso no..... Tráigame un dulce, el que usted le parezca ....Sí, señor.
Él sol calienta cada parte dé mí cuerpo, secarse mi ropa en mí cuerpo me ha dejado un frío interno, intento poder descansar un poco, mí, mente va más dé prisa que lo que quisiera, cierro los ojos, Intento relajarme, la vida me había dado está oportunidad de poder conocer a mis bisabuelos, abuelo, a familia que no saben dé mí, qué soy parte dé esa familia, sólo saben que soy un profesor italiano dé turismo en está ciudad, un privilegiado dé otra vida, otros años , tienes, una situación de sentimientos encontrados , no poder decirles qué soy su biznietos, mí bisabuela Ángeles, me conoció recién nacido año 1952 viví uno meses con ellos en su casa dé calle La Peña , mis padres se trasladaron a otra ciudad.
En años posteriores viviendo en Almería, tengo un vago recuerdo dé ella, vino a vernos acompañada de su hijo Joaquín y nuera Adelina, vivía en Madrid la recuerdo vestida dé negro, pelo blanco recogido, sólo son pequeños fotogramas de aquella época probablemente año 1956 , hay una conversación que tiene con su hijo Joaquín, su nuera Adelina, mí padre, mí madre y yo que estaría invisible cómo siempre, esa conversación comentaba mí bisabuela : No sabemos cómo pero él violín Stradivarius dé mi marido ( mí bisabuelo Joaquín) , no lo robaron de la casa qué mala suerte la nuestra, su violín , qué desgracia Dios mío" . Mí madre nunca creyó la historia, razones ; ninguna ; supuciciones todas, con el tiempo ya con más edad y conociendo al tío de mí padre y a su esposa, más otros familiares de ella, puedo entender las dudas de mí madre, lo dejaremos pará otro capítulo, tiene otras historias familiares.
Despierto, dé este momento dé soñolencia, estoy en mí casa, síii , estoy en mí casa, estoy en mí tiempo, miro cada rincón, busco a quien ya no está en mí vida.....mí esposa, sigue viviendo en mi, la hecho de menos y en éstos momentos , más, me invade la soledad, miró un retrato suyo, me sonríe, hay que seguir caminando ella siempre está a mí lado, después de tantos años juntos, una parte dé mi sé fue con ella, ésa parte la recuperas con recuerdos, situaciones repetidas en tiempo y hora, vuelve a tú realidad, seguir por la senda de la vida.
Sabemos que somos humanos, nos enamoramos, té casas, forma una familia, pero olvidamos que ambos tenemos nuestra nuestra fecha de caducidad, no, nos han enseñado a ver la muerte con la naturalidad que la vida te va poniendo delante la mortalidad, mortalidad de personas fallecidas, abuelos, padres, tíos, primos, personas que han estado en tú vida, trabajo, vecinos, amigos, la muerte va pasando en tú calendario marcando fechas con cruces, no, lo acepta cuando te toca tan cerca, muy cerca, mí esposa, no, quiere asumirlo es así, no, está, se fue , igual qué las demás personas que en tú vida estuvieron, vivieron, compartiendo contigo mesa y mantel, pero, ella, Nooo creés ...que no era el momento , qué quedaba tiempo pará seguir juntos, hay..... él tiempo....? ; y cuanto es el tiempo pará perder una parte de tú vida, lo más trascendental en tú caminar con quien ha sido tú compañera.....?: Nunca habría ése tiempo, nunca querrías que ése tiempo llegará. La vida sé encarga dé recordarte que es ella la que marca él tiempo.
Necesito, poner las ideas en orden, miro en el bolsillo el rosario ortodoxo está, lo pongo en un cajón dé un mueble aparador, necesito, asearme, cambiarme de ropa, la casa está fría, estamos en Invierno, pero, es mí casa, pongo los radiadores, está, tal cómo la deje, parece qué él tiempo no ha pasado, ver el bastón me hacé comprender que he estado fuera pero cuánto tiempo....? ; me viene a la mente Zulema, él gitano y toda la historia pasada, cómo volver, qué tiene esté rosario ortodoxo......? .
Continuará............