UNA MIRADA Al PASADO....
Una vez bajé dé el, después de recorrer cuesta muy de empinadas con la segunda marcha y en primera. Pongo un parasol en parabrisas por dentro, algo quitará, ja, ya , lo verás.
Cojo una dé las cuestas la bajada perfecta, ir con cuidado, veos un camino a la derecha, con hileras de hierro a cada lado, sirven para apoyarte en el, desconozco a dónde me lleva, muy lejos seguro que no, desemboca en otra escalera esta con mas escalones y pendiente da aún aparcamiento para la Policía Municipal.
Hacia tiempo que no encontraba un idioma andaluz que no sisea, mantienen la palabra " Usted" , su forma de hablar, dé generar confianza, tienes la sensación de que eres dé esté pueblo, ésa hospitalidad que cada vez veo menos en esta ciudad, pueblos costeros, ahora sé utiliza " tú qué quieres" oh , algo tan antiguo. " Digamelón " , pobres del lenguaje.
Me llama la atención que algunas de las casas tienen la puertas abiertas, confianza en el personal emigrantes principalmente marroquíes, una vuelta a su pasado árabe, es tan dé ellos cómo nuestro
No, me extraña su solidaridad con el árabe, este pueblo tuvo una emigración importante sobre los años 20, a Argentina, años después a Cataluña, saben de su historia, sus antepasados, los últimos moriscos en salir expulsado de éste territorio, la conquista de tropas cristianas y conversos del Islam al Cristianismo.
España o lo español, recoge en las Constituyentes Cádiz año 1812, el término español, la marca España empieza a su introducción y su manipulación de la historia, los vencedores la escriben, los perdedores la sufren.
Pasear por el pueblo, preguntar a los ciudadanos por el apellido de mí abuela, dé mí tía Abuela. Mi abuela sé llamaba: Ángeles Lobato, mí tía Emilia Lobato, ambas nacidas en este pueblo, no tengo más datos, mi abuela no llegué a conocerla oh sí, cuando falleció yo tendría meses , según, me contaba mí madre.
Mí tía Emilia sí llegué a conocerla sabré mediados de los años 60 , almorzamos con ella en la Residencia de las Hermanitas de los pobres, de Málaga, estuvimos toda la familia, mis padres mis hermanos ( si no recuerdo mal en aquellos momentos éramos tres ; dos chicos y una niña) , mi tío hermano de mi padre, mi tía hermana de mi padre. Desgraciadamente han fallecido, mi padre, mi madre, su hermano y su hermana.
Recuerdo a mí padre feliz, abrazado a su tía Emilia ( Sor Blandina de San Gabriel), especialmente con mí padre tenía una aptitud más cariñosa . Me fui pronto ,una vez almorzado, beso de rigor a mí tía abuela Sor Blandina y puertas, tanto hábitos negro me recordaba otros tiempos en Granada no muy felices ; Con la iglesia hemos topado amigo Sancho ".
Con los años, ya, casado y con hijas , mantenía con ella una relación en la distancia ella estaba en la Residencia Hermanitas de los pobres en Vich. Barcelona, la llamaba por teléfono , cariñosa, siempre , teníamos más contacto en las fiestas Navideñas la llamadas más continuas, le gustaba que le enviara fotos con mí esposa , mis hijas, en una ocasión me pidió que pasará el teléfono a mí esposa Tere, eran conversaciones llena de cariño, siempre al colgar me decía " Yo, rezó por tí José Antonio y por tú familia, eres muy bueno Dios nos ve desde el cielo, un beso muy fuerte José Antonio " .
En los últimos años de su vida, creía que hablaba con mí padre la conversación era cariñosa pero diferente" Antonio, tus hermanos cuídalos, tú eres muy bueno Antonio, reza, te quiero mucho" , el alzheimer estaba instalada en su cuerpo, sus besos telefónicos, su palabras dé cariño siempre las recordaré, su desesperanza por no escribirle sus sobrinos, mi padre la llamaba, no, todas las veces que ella hubiera querido, mí tío y mi tía, nunca le escribieron unas líneas, a pesar de la reiteradas cartas qué ella le enviaba, me pidió que hablará con ellos, así, lo hice, resultado; negativo, motivos lo desconozco. Si, puedo decir por sus cartas, qué ella sí sé acordaba de su sobrino Pepe y su sobrina Angelita, no llegaba a entender porque no le escribían.
Mi tía Emilia ( Sor Blandina de San Gabriel) , desconozco cuándo cogió los hábitos, no me importa, no, me importa su hábito y lo que representa. Me importa la persona, su, entrega a los demás, el cariño que emanaba dé su corazón, el acto de hermanamiento con sus sobrinos, los hijos de su hermana Angelita, muerta muy joven.
Ése día, dé un mes, dé un año 1965 me guío por mí intuición. Ése amor que emanaba de sus cartas, esas muñecas que hacía para mandársela a los negritos, acuérdense de la Campaña Del Domund " para los negritos" " para los chinitos" " las misiones" .
Había una fecha del año para recaudar fondos, los niños y niñas de colegios dirigidos por Sacerdote o Monjas, daban una hucha a cada niño o niña para recaudar dinero, una forma más de utilizar mano dé obra barata y agradecida por estar bendecida con 2 Ave María y a correr. La Iglesia en su afán recaudatorio no tiene límite.
Este mediodía con un calor abrasador, en su pueblo Casarabonela, en una dé sus cuesta empinadas ves que está llegando al final de la misma y te encuentras otra a la derecha, alza la vista y vez el parking, allí tengo el coche aparcado, mis fuerzas cada vez iban decayendo, intentaba sujetarme a la pared, parte de está cuesta tiene una barra de hierro para poder subir, otra parte no la tiene, me detengo hay un recodo que da sombra, estoy a punto de caer, logro sostenerme pegándome a la pared, bebo un poco de agua, me vuelvo a poner de pie,ajusto mí sombrero me doy ánimos; Sube, falta poco, hay sombra en la esquina de esa calle.
Llegue a ésa esquina con sombra, unos escalones dé mármol, entrada dé un negocio cerrado, me echo en los escalones, mí, cuerpo me pide descansar, él reloj me marca 39 grados, es , momento dé respirar, tomar aire, viene una ligera brisa gélida cada vez más fría, respiro hondo, mí ansiedad, va recuperando su pulso, igual que el reloj recobra vida a darle cuerda, ésa brisa me ayuda , me ayuda a levantarme. ponerme dé pie, coger dé mi bolso una bebida energética, la brisa va desapareciendo , miro a mí alrededor no hay nadie, me fijo en las macetas colgadas las hojas están quietas, pensé en ése momento qué había ido a su pueblo de mi abuela, de mi tía, un día a 39 grados, que una ráfaga de brisa gélida, me ayudó a seguir mi camino, mí abuela Angelita y mí tía Emilia, quería verme nuevamente.
Me tuvo en sus brazos,me quiso, me beso, me estrujo contra su pecho, con el amor que las abuelas sientan por sus nietos, soy él mayor, él único que conoció, en mis búsqueda continua dé mis abuelos , más con mí bisabuelo Joaquín, después de décadas de dar palos de ciego pude reunir su obra musical.
Mí abuela Angelita, la deje, no, tenía información, sólo relatos sueltos de mí madre, una foto, tocaba buscarla con el mismo tesón que la de mi abuelo, mí bisabuelo.
Perdoname Abuela. Gracias tía Emilia por haber seguido teniendo tú cariño hasta tú muerte, a mí esposa Tere siempre caminando a mí lado, esa brisa que surgió en esos escalones de mármol en el que pude descansar y qué me dio vida a seguir caminando.
Es posible que vuelva, cuando no lo sé.......sí, vuelvo, pasearemos juntos, no, vendré con calor, lo dejaremos un poco más adelante, te quiero tía Emilia, me gusta llamarte por tu nombre, el de nacimiento, el que te pusieron tus padres . Tere, vendrá conmigo.
Abuela : Angelita, te recuerdo cómo una guapa mujer, una noche de verano en calle La Peña, estaba tú hijo Pepe, sé había casado recientemente, yo, estaba en el salón de la casa de los abuelos un colchón en el suelo, dormía esa noche allí, saliste de un cuarto con una bata verde con puntos negros, pelo recogido ni negro ni blanco, más blanco, fuistes a la cocina, volviste me miraste, bebiste de la taza blanca que llevaba en tú mano, volviste a entrar en tu cuarto, yo, asustado llorando y devolviendo, creo que tendría 11 o 12 años, no, recuerdo con exactitud.
Ahora, estoy atento , te he sentido cerca de mí, buscando información, as hecho que fuera feliz paseando contigo, he sentido tú aliento en forma brisa, gracias abuela, nunca es tarde, hemos vuelto a sentirnos juntos, sin miedos, eres mi abuela 71 años después nos hemos vuelto a encontrar.
Entre tú y yo, hoy he entendido él porque no supiera nada de tí, sé equivocó mí padre, mí tío, mí tía, él no hablar de tí...? Siiiiiiiiiiiiiiii merecés ser recordada como madre y cómo abuela nuestra
Te quiero Abuela : Angelita Lobato Duarte, empezamos a caminar juntos.
