Hoy, martes santo, coincide no en fecha, pero sí en Semana Santa, una tarde cómo hoy, ingresé en el Hospital de Salud Mental, me vienen recuerdos de ésos días principalmente cuando entre en el Hospital.
Voy al tiempo actual, ver a mis nieta, la mayor vestida dé nazareno, con su capirote en la cabeza, sus preciosos ojos mirando a través de los ojales a las compañeras que va en formación , delante va mí nieta pequeña vestida dé faraona, niña, dulce, simpática, cariñosa, hablando con sus compañeras, la facilidad que tienen los niños/as para comunicarse , disfrutando contando sus cosas, cosas dé niñas, la vida les da la oportunidad de está convivencia en un acto religioso, les unes , pará compartir, sus meriendas, sus caramelos, estar atentos a la organización dé está hermandad qué la procesión fluya dé la mejor forma posible, orgullosas de sentirse cofrades.
Mis nietas , han hecho qué sea participe de éste acto religioso, para ellas un sentir dé querer estar, para, mí, verlas feliz, es un sentir dé seguir caminando, no, estaré con ellas en el rrecorrido procesional, sí, estarán conmigo en el camino que aún me queda por recorrer en ésta vida.
Sentir, el abrazo de mí hija mayor, sus caricias, su amor aún padre, qué le suplico una semana santa del año pasado, qué por favor me ingresará en un Centro de Salud Mental, sentir que está contigo, sentir su mano con la mia y decirme: Papa, siempre juntos.
Tomó conciencia de lo que me perdí en esa Semana Santa pasada, tomó conciencia de lo que he ganado por ir saliendo dé la depresión, aún seguimos juntos cada vez más separado su camino va hacia una bajada, él mío sigue caminando por la cuesta que me llevará algún sitio de altas cumbres que pueda otear él horizonte el cielo arriba, abajo queda el caminó recorrido.
En el hospital comentaba a mí hija que era mí Semana Santa dé pasión, ahora es la Semana Santa dé mis nietas. Gracias siempre a la vida por darme la oportunidad dé sentir y dé amar.
Seguiremos caminando .