Hay mentiras piadosa y otras no tanto, aunque una mentira se repita 1.000 veces, no deja de ser mentira, leí hace tiempo en el periódico EL PAIS, un articulo de la Escritora Almudena Grande, el cual Titulaba “DEJENLO AHÍ “, en dicho articulo daba unos datos contrastado del coste económico y social del Valle de los Caídos, una obra faraónica que el Dictador Franco quiso perpetuar su arrogancia y su mal gusto con los vencidos. Quiso vender a los españoles que esta obra era por el hermanamiento de las dos España, pasar página de la guerra Civil y ser magnánimo con los vencidos. Los poderes de aquella época pusieron un gran entusiasmo propagandísticos haciendo creer a muchos españoles de la buena voluntad del régimen y del Dictador.
A menudo pienso en la pobreza de mi época de niño y adolescente, muchachas /os, sin abrigo, que andábamos de prisa, protegiéndonos de las peores mañana de invierno, hombre que llevaban las solapas de las americanas levantadas y una maleta de cartón en la mano, en las estaciones de Tren esperando algún tren que les llevara algún país que pudiera darle trabajo, poder criar a su familia. Utilizar el periódico como parte de nuestra indumentaria, las hojas debajo del jersey hacían de parapeto contra el frío y el viento, contra más hojas mejor, las cartillas de racionamiento, el hambre y la pobreza era nuestra seña de identidad como pueblo, mientras, se gastaba miles de millones de pesetas en esta obra faraónica.
A los españoles no se nos ha dado bien ser rico, pero hemos sabido ser pobres con dignidad durante muchos siglos y aquí seguimos estando.
“Déjenlo ahí “:
La hija de Franco es partidaria de que su cadáver permanezca en el Valle de los Caídos. Yo también. Supongo que ambas coincidimos en que la Basílica representa el impulso supremo consagrado por su padre a la perpetuación de su memoria. Hasta ahí nuestro consenso, aunque la paradoja va mas allá. Estoy segura de que la postura del Socialista Jáuregui, que pretende convertir ese monumento en un lugar de “memoria histórica “, le habrá gustado mucho mas que a mi.
Las obras costaron 1.086.460.361,89 pesetas en un época donde la miseria hacia rebrotar enfermedades erradicadas en el siglo XIX, donde una corrupción de dimensiones incalculables mato de hambre y de epidemias , solo dentro de las cárceles , solo a modo de ejemplo , a unas 100.000 personas, donde, en 1942, las cáscaras de cacahuete constaba como alimento en las cartillas de racionamiento. Se sabe que hasta 1950, los obreros fueron presos políticos, pero no tanto que su patrón nunca fue el ESTADO, sino algunas constructoras privadas cuyos propietarios entre ellos ciertos apellidos que hoy figuran el IBEX 35, hicieron el negocio de su vida.
En aquel país, en aquellas condiciones se levantó la Basílica, el gran regalo que Franco hizo a los Españoles. Lo que podía gastarse en escuelas, en hospitales, en infraestructuras, lo invirtió en su mausoleo. Por eso, las dificultades técnicas no pueden impedir que hasta el último republicano, identificado o sin identificar, salga de allí. Por eso, convertir Cuelgamuros en un símbolo de reconciliación es lo mismo que lavarle la cara al dictador, asumir que la sangría que acabo de consumir los últimos recursos de un país desangrado tuvo sentido. Pero hay algo más. Si Franco sale del Valle de los Caídos, las generaciones futuras se verán privadas del derecho a juzgarlo por su gran obra. Por favor, déjenlo ahí.
Continuará....................................